Stanislaw Muchy, de 39 años, encontró la forma de entrar a robar empresas sin ser advertido: se enviaba a sí mismo por correo postal. Una vez dentro del comercio, esperaba a que el último empleado se hubiera retirado para salir de la caja y buscar cosas de valor.
La policía polaca logró arrestarlo cuando un cómplice se enemistó con Muchy y lo traicionó. Era la persona encargada de llevar el paquete (estilo caballo de Troya) al carrier. En su última acción, el ex compañero llevó la caja a la empresa encargada de trasladarla y denunció el hecho a las autoridades.
Luego de recibir esta información los detectives "arreglaron una entrega especial", según relató un vocero policial.
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Antonio, ¿de dónde sacas estas noticias tan rarunas?
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