Fantasías SexualesUy uy uy…me parece a mí que tú sabes de esto. Chicos y chicas, compañeros y ñeras, queridos Ergonsiadictos; de esta no os salváis.
La Real Academia define
fantasía como:
(Del lat. phantasĭa, y este del gr. φαντασία).
1. f. Facultad que tiene el ánimo de reproducir por medio de imágenes las cosas pasadas o lejanas, de representar las ideales en forma sensible o de idealizar las reales.
2. f. Grado superior de la imaginación; la imaginación en cuanto inventa o produce.
Mi propia academia se toma la libertad de definir fantasía sexual como:
1. f. Facultad que tiene tu ánimo de reproducir por medio de imágenes eróticos-festivas los deseos más recónditos ocultos en tu imaginación.
Actúan como uno de los mejores métodos de excitación existente en
exta vida (¡uuups!). Voluntaria o involuntariamente creas con total osadía y sinceridad aquello que más anhelas, sexualmente hablando.
Cierras los ojos y en tu pantalla se agitan las imágenes, se rozan que queman los cuerpos, se empujan que sudan las curvas.No te atrevas a decirme que nunca has tenido una. Ya puedes haberla elaborado en clase de inglés, desayunando donuts, viendo una documental de tortugas, o, más frecuentemente; calentito en tu camita antes de dormir.
Aunque se crea que en lo hombres las fantasías son mas habituales, las mujeres los hemos igualado o incluso alcanzado. Mientras que ellos pueden ponerse a tono viendo una peli porno, a nosotras nos resulta más difícil y por eso acudimos a nuestras propias películas (mucho más creativas, todo hay que decirlo).
A ellas acuden todo tipo de personajes, aparecen cantidad de escenarios y pueden participar numerosos objetos (no hay límites en tu lascivo talento). Seguro que has oído o imaginado aquellas ocurridas en ascensores, encima de una mesa de billar, en la cama de tus padres (¡serás…!).
Aunque hablemos de aquellas que son voluntarias, en ellas pueden aparecer situaciones inesperadas, deseos normalmente escondidos en tu subconsciente de los que p
uede que te avergüences. El placer siempre toca a lo prohibido, ansiamos lo que es más complicado alcanzar.
Muchas de las cosas con las que nos excitamos son moralmente reprochables, a veces cosas ilegales o para que nos entendamos, os presento algunas de las fantasías sexuales más recurrentes:
Practicar sexo en público, hacerlo con una persona del mismo sexo, violaciones (esto no quiere decir que aquellas mujeres que acuden a esta fantasía bastante habitual deseen ser brutalmente forzadas, sino que imaginan la violación con alguien de su gusto, las cosas van surgiendo según sus deseos y con una violencia moderada),orgías o intercambios de pareja, escenas de sadomasoquismo en las que él o ella pueden participar de dominantes o dominados… en fin, infinidad de circunstancias con las que cada uno puede puzzlear sus sueños.
Olisqueando desenfreno por el instituto encuentro algunos de nuestros compañeros que acceden a contarme algunas de sus fantasías. La primera me cuenta que ella siempre se acuerda de uno de los profesores que tuvo cuando era algo más pequeña: “es que me ponía un montón y todavía sigo pensando en él de vez en cuando…”.
Otro de nuestros colegas afirma que a él le encantaría que lo ataran a una cama con unas “ezpozah de terziopeloh”.
“En una cascaaaaaada en medio del bosque”
“¿¿En un coche?? No, no, mejor en un aparcamiento, pon eso, pon eso, en un aparcamiento…”
“Ja, chavala que yo mi fantasía la he cumplio, en la boda de mi primo en er cuarto de baño der salon der convite…”
También oigo algo de orgías, otro que sueña con altos zapatos de aguja, esta de aquí me dice que le molaría que le vendaran los ojos, disfraces de enfermera, nata con cochola
te, juguetillos… vale, chicos, me voy enterando. Espera ¿a que fantasía te escapas tú?
L’anonima quizás.Investiga,
descubre, practica,
disfruta…