2-0 en el marcador, olés y olas en la grada del Benito Villamarín... El partido comenzó con fuerza por parte del equipo verde y blanco, que sin apenas darnos cuentas, marcó dos goles. Todo eso lo sufrió un Barça desconocido, quizas por la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey. El Betis le dio un baño que por algunos momentos hizo pensar en que tenía posibilidades de remontar el 5-0 del Camp Nou.
Dos goles de Jorge Molina en los primeros siete minutos, pero apareció Messi, que hasta ese momento jugaba andando, para lograr el 2-1. Se acabó la emoción en ese minuto 37, pero no la exhibición del Betis... El Barça se clasificó para las semifinales, sí, donde se enfrentará al Almería, pero a costa de confirmar que su fondo de armario no es tan lustroso como para solucionar imprevistos. Como dijo Guardiola: "No sé si es el mejor equipo con el que hemos jugado, pero sin lugar a dudas es uno de los mejores. El Betis, históricamente, siempre ha jugado muy bien, aquí hay mucho buen gusto por el juego y el Betis ha firmado muy bien, con jugadores de muchísimo nivel. Si van líderes es por alguna razón".
El 3-1 antes del descanso, obra de Arzu, consumó el fin del récord de partidos invicto del Barça en toda su historia (28).
En la segunda parte, el Barça mejoró lo justo para evitar la catástrofe y el Betis casi renunció a una gesta imposible a costa de mantener el balón en busca de una victoria de prestigio. Messi falló un penalti que pudo decorar un poco la debacle, pero Nacho estrelló en el poste el balón del 4-1. El Betis cogió moral para proseguir ahora su camino hacia Primera División y al Barça lo sucedido le servirá de aviso: si se baja la guardia, ni triplete ni doblete ni nada.
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