LA MÚSICA

Es cierto, lo admito, sin música no puedo vivir. Es mi droga, me aporta alegría, emociones, SUBIDONES!, me trae recuerdos, me divierte y un sin fín de cosas más. La música es melodía, es ritmo, es sonoridad y como dicen por ahí, es el arte más directo, ya que entra por el oído y va al corazón.

Sé que dicen que la música no está pasando actualmente por uno de sus mejores momentos, pero yo la verdad, no me quejo, de hecho, cada día me enamoro de este arte. Y es que no paran de salir nuevos artistas, cada uno con sus "cosas": sus escándalos, sus estilos, sus vestimentas, sus formas de vida, etc. Sinceramente, a mi eso no me importa por mucha controversia que pueda crear. Lo importante de la música es captar las sensaciones que nos ofrece y disfrutar con cada letra de un pentagrama.

Lo cierto, es que según el tipo de música que escuchemos, nos definimos a nosotros mismos. Pero llegados a este punto, no sé ni cómo definirme a mí misma, ya que escucho todo tipo de música, desde el pop comercial común de nuestros días, al mejor dance y house que tanto se lleva. Yo siempre me he considerado una chica cuarenta, por aquello de escuchar siempre los 40 principales, pero la verdad, es que la música house cada día ocupa más carpetas en mi ordenador. Esta música es la idónea para pasarlo bien, bailar, reirse y olvidarse de los problemas.

Por otro lado, hay tantas canciones dentro del baúl de mis preferidas que no sabría decir cuál es la que más me gusta. Será porque todas tienen su "cosilla". Por mi parte, no me gustaría morirme sin antes haber ido a algunos de los espectáculos más grandes que existen: los conciertos.

Lo que está claro es que gracias a ella, las personas nos culturizamos y no importa en que idioma esté escrita una canción, porque si te gusta, te la aprendes y punto, ¿o no?. Así es como miles de personas de diferentes países se comunican si saber hablar un mismo idioma.

Para terminar, una frase de Friedrich Nietzsche: "Sin música la vida sería un error".