Una muchacha estaba esperando su vuelo en una sala de espera de una gran aeropuerto.Como tenía que esperar mucho tiempo, decidió comprar un libro para matar el tiempo. También compro un paquete de galletas.
Se sentó en un asiento en la sala VIP del aeropuerto para poder descansar y leer tranquila. Al lado del asiento donde estaba la bolsa de galletas se sentó un hombre que abrió una revista y empezó a leer.
Cuando ella cogió la primera galleta, el hombre también cogió una.Ella se sintió indignada, pero no le dijo nada, solo pensó que ese hombre era un descarado y que si fuese capaz le diría algo para que no lo hiciese más.Cada vez que ella cogía una galleta, el hombre también tomaba una.
Esto que estaba haciendo el hombre la dejaba tan trastornada que no sabía que hacer. Cuando quedaba una galleta, pensó que lo que faltaba es que cogiese el la última.Entonces el hombre dividió la ultima galleta por la mitad, dejando la otra mitad para ella. Aquello era demasiado! se puso a gritar de la rabia! Entonces cerró su libro y sus cosas y se dirigió de nuevo al lugar de embarque.
Cuando se sentó, comodamente, en su asiento, ya en el interior del avión, miro dentro de la bolsa y para su sorpresa su paquete de galletas estaba allí... todavía , cerradito!! Sintió tanta vergüenza... Solo entonces sintió lo equivocada que estaba, había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolsa!! El hombre había compartido sus galletas sin sentirse indignado, nervioso y sin mostrar ningún tipo de problema,mientras ella quedó muy trastornada, pensando que estaba compartiendo las de ella con él. Y ya no había mas tiempo para explicaciones... ni para pedir disculpas.
Si pasamos esta anéctoda a la vida real...Cuantas veces, en nuestras vidas, estamos comiendo las galletas de los demás, y no somos conscientes de ellos?... Antes de llegar a una conclusión... observa mejor!! Tal vez las cosas no sean exactamente como piensas, no pienses lo que no sabes acerca de las personas...
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