Chukna Ganju, un campesino de Jharkhand, en el centro de la India, fue mordido a principios de mes por un can repetidas veces, aunque consiguió acorralarlo y lo mató a pedradas. Esto es una salvajada, aunque no es excesivamente impresionante. Lo curioso (y asqueroso, sí) viene ahora: después de matarlo, este hombre se aprovisionó de unas tijeras, le extrajo el corazón al perro y se lo comió crudo. Según él, esto le protegería de la rabia (benditos sean los corazones crudos contra la rabia, sí). Impresionante.
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