miércoles, 19 de mayo de 2010

Un arte un tanto D.E.P.culiar





-que chulo el dibujo de tu fondo, peke.
-no, si no es una dibujo; mira.
Entre muecas de asombro, repulsa y seducción, descubro un insólito e impactante artista; JOEL PETER WITKIN.
Estadounidense de padre judío y madre católica,fotógrafo de guerra de Vietnam, y visitante habituel de morgues, explica que su punto de vista y su actividad fotográfica provinenen de un accidente que presenció con la edad cortita; la decapitación en directo de una niña a causa de la colisión de un automóvil. Casi ná.

Pues resulta que a partir del trauma, este hombre percibe el mundo de manera bastante inusual, y se siente atraído por temas sobre los que la mayoría de los mortales dirían "iiiccchhhhh q'ascoooo!!!"

Temas inincrustables en los cánones de belleza actuales(ni futuros, pienzo).
Temas controvertidos y polémicos como solo la muerte, el sexo, el sadismo, o la deformidad saben ser.

¡EXACTOR! Cadáveres, transexuales, tullidos y seres, en general, RAROS, son los protagonistas de las fotofrafías atracti-repulsivas de Witkin.
Primero imagina la escena en su conjunto (normalmente inspirada en obras de la historia del arte) y luego busca la manera, los trozos de cuerpo para la mejor combinación, la cara del fiambre que más le convenza...

¿Gore, verdad? Sin embargo, a pesar de haber sido duramente criticado en los lugares donde ha expuesto o por otros de sus contemporáneos, hay quienes objetan que este autor pretende mostrar lo efímero de nuestra existencia, lo que nadia observa pero que está ahí, el paso del tiempo...vamos, lo mismo que Antonio Machado, pero a lo bruto.

Bueno, y aqui llega la cuestión que propongo, tras una charla con una sabia:
¿Es digno, es respetable, válido, utilizar fiambres que nadie quiere, muertos queridos por nadie, para hacer posible la obra artística de un autor muy, MUY, diferente?


Yo, opino que todavía no sé que opinar. Ni sobre este personaje, ni sobre sus fotos, pues tras haberme empapado de entrevistas y fotos y ascos y asombres, me encuentro aún en el
impacto

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