No es que a Ralph, este pingüino de nueve años le guste andar a la moda, es por cuestiones de salud por las que utiliza un traje de neopreno, que si bien no es armani ni versace sí cumple muy bien su propósito. Resulta que un día de repente Ralph perdió sus plumas, y no como sus compañeros, los pingüinos de Humboldt que mudan sus plumas gradualmente, Ralph se quedó sin ellas de un golpe, es decir, rápidamente y sin explicación alguna.
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