Todos somos conscientes de la situación en la que se encuentra Japón, pero tras todo el pánico desatado en el país, lo que no sale en las noticias, es la historia de un valor más grande que aquel que pueda tener cualquiera de nosotros.
Y es que aquellos ancianos, que deberían disfrutar de la paz y tranquilidad de sus casas, esas personas que ya han vivido bastantes fatigas y que son catedráticos en experiencia, ahora tienen que encargarse de salvar el país.
Aunque parezca increíble, estos HÉROES que en su juventud trabajaron en la central nuclear de Fukushima, han decidido que ellos serán los que arreglarán la situación, los que se enfrentarán a la temida radiación. Todo por salvar a las generaciones jóvenes, que serán los ancianos del mañana. El impacto de la radiación tarda diez años en causar el cáncer, por eso, estos ancianos no tienen miedo.
Esta noticia me conmocionó, pero también una duda me albergó inmediatamente: ¿serían capaces los jóvenes occidentales de enfrentarse a una situación como esta?, ¿estarían dispuestos a arriesgar sus vidas por salvar a todo un país?
No sé vosotros, pero yo tengo serias dudas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario