La película más taquillera de nuestros tiempos causa depresión a algunos admiradores, debido a la imposibilidad de disfrutar en la vida real del idílico planeta de los Na´Vi. Así lo reflejan decenas de usuarios en distintos foros como el de "Avatar Forums", donde existe un apartado dedicado al tema "Maneras de sobrellevar la depresión acerca de que el sueño de Pandora sea intangible", que sobrepasó las mil respuestas en diciembre. El administrador de la web, Philippe Baghdassarian, habló para la CNN: "Yo en concreto no estaba deprimido", confesó, "Pero puedo entender por qué a la gente le ocurrió. La película es preciosa y muestra algo que no tenemos en la Tierra. Creo que la gente vio que podíamos vivir en un mundo completamente diferente y eso le causó la depresión"
El usuario Elequin admitió que se sentía realmente obsesionado por el universo que describe Cameron.
"Buscar en Internet información sobre Avatar es todo lo que hago últimamente. Es duro pensar que es sólo una película y que vivir como los Na`vi, los personajes azulados de Pandora, es algo que nunca ocurrirá", comentó el internauta.
Hay quien va más allá y asegura tener pensamientos suicidas tras contemplar la obra de Cameron, como asegura el usuario Mike en el portal “Naviblue”.
"Desde que vi Avatar estoy deprimido. Ver el maravilloso mundo de Pandora y a los Na`vi hizo que quisiera ser uno de ellos. No puedo dejar de pensar en todas las cosas que ocurren en la película y en todas las lágrimas y escalofríos que me provocó", apuntó el usuario.
"Incluso tengo pensamientos suicidas y pienso que si lo hago de alguna manera podría renacer en un mundo similar al de Pandora en el que todo sea igual que en Avatar", añadió.
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L'Osservatore Romano, el diario oficial de el Vaticano ha criticado la reciente superproducción de James Cameron, Avatar, tachándola de "una superficial parábola antimperialista y antimilitarista que no tiene verdaderas emociones, emociones humanas". Además, se lamentan de que "el impacto visual de Pandora y las criaturas creadas por el cineasta no venga acompañado de una historia innovadora sino convencional", y de que "para la creación de este mundo de fantasía –el director- elige una aproximación blanda".
Otro de los temas que ha sido criticado es el ecologismo, atacando al filme de no ser más que un guiño a esas pseudo-doctrinas que han hecho de la ecología la religión del milenio, esa que está tan de moda, y de que se practique en la cinta una apología al panteísmo, una fe que hace a la naturaleza semejante a Dios.
Parece ser que al Vaticano le va más las películas que describen fuertes emociones humanas y el realismo de dolor y sangre (que yo describiría como sadismo y gore, y que ciertos curas describirían como "de sensibilidad artística y religiosa exquisita") de películas como "La Pasión de Cristo", de Mel Gibson, recibida por la Iglesia con una aprobación unánime.
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