Últimamente está mi agenda que rebosa de esas frases célebres que los profesores sueltan sin darse cuenta, mientras crean en el público miradas de complicidad, risas, o, en determinados casos, admiracíon. Aquí BomBardeo.
Manolo de lengua dirá, a principios de curso, para avisarnos sobre sus criterios de evaluación:
-Y resulta que el corazón no se ablanda, el corazón es de hojalata; no hay corazón-.
Manolo, otre jour, dirá:
- Bequer dijo "donde habite el olvido, allí estará mi tumba", y un mojón. La tumba de Bequer es de las más visitadas...-.
MªJosé, hablando de cómo entendía ella los villancicos en su infancia:
-Es que yo decía "yo me churrimiendo" , y con los años al verlo escrito me di cuenta de que era "yo me eché un remiendo".
Manolo, en un instante de infinita ternura:
-¿Para qué sirve la lengua si no es para expresar cariño?...bueno, también sirve para comprar pipas y esas cosas...
En clase de inglés, Emilio le dirá a Antonio Carrero, que ese día llevaba guantes porque aquel frío atípico hendía las entrañas:
-Carrero, tú no sabes que gato con guantes...-.
A lo que Jesús responderá desde su asiento, dos sillas delante:
-¡Ande o no ande!
Vicky de filosofía, explicando el aspecto de Luis XIV:
-Y el tío ahí, enseñando el muslamen...
Jose Joaquín, en un arrebato filosófico:
-¿Y a dónde vamos? y nadie sabe cómo...y...nadie sabe cómo.
MªJosé:
-La mejor manera de saber quién eres es entrar en contacto con alguien que no eres tú-.
y para terminar, una estrofa de Meléndez Valdes, que no nos da clase, pero me gusta.
"¿Qué anhelas, temeraria?
¿Mis voces no te mueven?
¿Tu daño no te asusta?
¿Su ardor no te detiene?".
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