Se trata de un dispositivo conocido con el nombre de Bowlingual que puede interpretar las emociones de los perros en base a la duración, entonación e intensidad del ladrido.
Consta de dos piezas: una va en el cuello del perro y la otra queda en manos del dueño. La pieza que lleva el perro en su cuello analiza la entonación, duración e intensidad del ladrido y envía una señal al aparato del dueño que éste cdescodifica y lo puede leer en el idioma humano.
También existe este tipo de aparato para los gatos y se llama Meowlingual.
Lo único, es que por ahora no podremos contar con él, ya que solamente traduce por ahora en japonés, pero pronto llegará a nuestros mercados.
Para todos aquellos que tengáis un perro o un gato, ¿os gustaría saber qué es lo que piensa vuestro animal de compañía de vosotros?
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