domingo, 17 de enero de 2010

Y sin embargo, te quiero

¿Es posible?
Hace demasiado tiempo que una duda me agota y me rinde. Os paso la carga a vosotros, para que penséis.

Me pregunto, ¿es posible no decidir? La única decisión que quizás llevó a cabo fue la de no volver a deliberar en su vida.
¿Es posible no prefeir? Todo le da igual. Me da igual, lo que tú quieras.
No querer que, no opinar, no pensar que, no apetecer.
Limitarse a continuar la vereda que tienes delante, eso de vivir no va contigo. El cuerpo es de otro; también la intención.
No sentir la suficiente predilección por nada en absoluto, nada te atrae lo suficiente.
Todo es escaso, vago, incapaz.
Las conversaciones te quedan grandes. Por favor, una talla menos, gracias.

Y ahí te mantienes. Arraigado en tu pequeña gran ignorancia. Y así lo prefieres, ¿me equivoco?

No erro. Pero no es culpa tuya. Tu educación, si es que tuviste, fue nimia, y fácil y creciste sin ys y sin preguntas y sin caminos ni valores.
Y eso es amargo. Eres mayor, según el querido Estado eres adulto. Lo eres, no se cómo pero eres atractivo e imprescindible.

Pero (tantos peros...frenan mi dicha y la tuya) me cansa tu neutralidad. No quiero pasivismo.
Harta de los que no se mojan, hay que hundirse hasta la garganta. Hasta que te ahogues en la disputa contra el sistema, o, si quieres (no entiendo cómo) a favor.


Y yo escribo porque sé que no lo vas a leer. Que estás en mi messenger mustio y no te digo nada, y tu a mi tampoco. Con la de amor que podemos untar.



Cada día me doy mas cuen; estoy equivocado de planeta.
bailo y doy palmas a la vez

y voy zapateando y sin cabeza.
os veo andar; nada que ver conmigo,
yo soy desigual y un poco confundido.
si me acerco más, escucho los latidos,
todos al compás:
el tuyo, el suyo con el mío
.
Extremoduro

1 comentario:

  1. Difícil de entender si no estoy dentro de tu cabecita, María. Pero me gusta como suena...
    :)

    ResponderEliminar